6 de noviembre de 2010

SIG 2.010

La semana pasada, se llevó a cabo la 9na. edición del Salón Internacional de Gastronomía (SIG) en la ciudad de Caracas; esta vez en las instalaciones del nuevo centro comercial Líder.

Saliendo de las últimas presentaciones, me dirigí a casa de unos primos donde celebraban la noche de Halloween y comenté, con decepción, mis impresiones sobre ésta nueva edición. Le manifesté a mi muy apreciado primo putativo, Francisco Jiménez, que no pensaba escribir sobre este evento ya que no es de mi agrado publicar las cosas negativas que observo, mucho menos cuando de por medio se hacen juicios de valor.

Sin embargo, pasada una semana del evento y habiendo revisado muchos de los blogs a los cuales sigo, algunos escritos por mis maestros de cocina y otros por cocineros, chef y periodistas especializados en la materia, noto con preocupación el no haber encontrado alguna crítica “seria” sobre tan importante evento que en nombre de la gastronomía se realiza cada año en nuestro país. Las razones son fáciles de deducir; son muchos los compromisos de quienes dedican gran parte de su tiempo a escribir, tanto en prensa como en blogs y twitter, con los organizadores del evento.

Una de las dos entradas a "Mistura 2.010"; Lima, Perú
Lo que me resulta realmente decepcionante es observar como algunos de ellos han preferido dedicar espacios en sus blogs para ventilar diferencias tan banales como, por ejemplo, si uno de ellos dio o no “un tubazo” en su twitter, haciendo mención al premio Tenedor de Oro 2.010; o si a otro le molestó que el chef Tomás Fernández manifestara en su ponencia del viernes que uno de sus maestros le gritaba a diario en su época de aprendiz! Tanto que decir, tanto que reflexionar y aportar, tanto por construir, y por el contrario percibo un silencio cómplice de quienes se supone tienen la tarea de realizar un debate público que nos permita presenciar futuros eventos de categoría realmente internacional.

Y es que, aunque las comparaciones son chocantes, me es inevitable hacerlas cuando apenas, hace un par de meses, asistí a la 3ra. edición de Mistura en la ciudad de Lima. No estoy haciendo comparaciones con un evento de la talla de “Madrid Fusión”, sino con uno que se realiza en una ciudad con características demográficas bastante similares a las nuestras.

El venezolano Carlos García de "Alto Restaurante" en Mistura 2.010
Perú cuenta hoy día con 29 millones de habitantes aproximadamente y Lima con casi 8 millones de ellos. Una población, en números, similar a la nuestra en un país con menos recursos económicos que los nuestros. Sin embargo, Mistura 2.010 logró convocar en su recién 3ra. edición a más de 220 mil visitantes en 6 días de evento. Se dice fácil. La feria gastronómica se realiza en un parque llamado “Parque de la Exposición”, de un área y características bastante similares a las de nuestro Parque del Este. Las entradas tienen un valor de US$7 diarios para los adultos y US$3,30 para los niños y están disponibles en preventa desde semanas antes de comenzar el evento. Se agotan día a día. Tienen una página web con amplia información, incluyendo el programa del evento, disponible desde un mes antes. Restaurantes de todas las categorías y carretillas* alrededor de Lima, se disputan por los más de 70 espacios que se disponen alrededor del parque para ofrecer, en venta y a módicos precios, sus platos más emblemáticos. Se forman colas de más de una hora para comprar, por ejemplo, los “anticuchos de la Tía Grimanesa”, el “chancho al palo de Carlos Ramírez” o la “pachamanca Gutarra”. Es, además, la oportunidad del ciudadano de pocos recursos para degustar la oferta gastronómica de algunos restaurantes gourmet que participan en el evento. Es un espacio creado pensando también en la familia, donde disfrutan tanto niños como adultos.

Más de 70 expendios de comida en Mistura 2.010; Lima, Perú
Y además de los más de 70 puestos de comida, se exhiben productos relacionados con el área gastronómica en más de 100 stands. Los conferencistas cuentan con un espacio adecuado para un aforo de unas 600 personas, con 3 cámaras que transmitían en vivo las ponencias a través de una pantalla gigante. Pude presenciar algunas de ellas, como la del gran Pedro Subijana, a sala llena. Las escuelas de cocina participan en sanas competencias de temas que varían año tras año y se eligen a diario varios ganadores.

Según los entendidos, el SIG no logró reunir este año a más de 13 mil personas. Fue un evento mal organizado, en un área que además no está adecuada para eventos y que aún se encuentra “en construcción”. Las improvisaciones saltaron a la vista de quienes asistimos y fueron los expositores y conferencistas quienes más sufrieron las adversidades.

Largas colas alrededor de los kioskos; Mistura 2.010
Pero más me molestó cuando uno de mis profesores, a quien además respeto mucho, me preguntó sobre mi apreciación del evento y, al hacerle algunas comparaciones con Mistura, me respondió “es que estamos aprendiendo…”. Y más atrás prosiguió con “es que detrás de Mistura está Gastón (Acurio)…”. Han pasado nueve años desde la primera edición del SIG, Mistura sólo lleva tres, y la calidad de nuestro evento va en desmejora, año tras año, pero “estamos aprendiendo”. Ese tipo de conformismos me recuerda cuando los seguidores de este sistema, harto de corrupción, justifican algunos desmanes con expresiones como “es que antes también robaban...”.

No podemos seguir en la mediocridad y mucho menos cuando ésta se comete en nombre de un gremio al que tanto esfuerzo le cuesta surgir. Para el público asistente es transparente quien organiza el evento; simplemente asisten a uno “gastronómico” y la mala imagen es la que llevan a casa, sin importar de quien es la responsabilidad.

El debate debe comenzar entre los cocineros de este país y sus líderes deben dejar a un lado sus diferencias, egos, mezquindades e intereses personales. Antes de pensar en exportar nuestra gastronomía, tenemos que volver a sembrarla en el corazón de todos los venezolanos, y una buena manera de hacerlo es con eventos realmente gastronómicos y de calidad. Es tarea de todos mostrar el talento y potencial que tenemos y no esperar a que otro lo haga por el sólo interés comercial. Para ello, no necesitamos a Gastón Acurio. Sobra talento en este país.

Mi aplauso y admiración a todos los conferencistas, en especial a los integrantes de la organización Venezuela Gastronómica, quienes por ser los primeros, fueron los que más sufrieron las consecuencias de una desorganización, teniendo que comenzar sus ponencias dos horas más tarde de lo programado, porque las instalaciones aún no se encontraban listas, en una carpa bajo el sol a la que le fallaba el aire acondicionado y con caídas de energía eléctrica. Y lo hicieron además con alegría, entusiasmo, mística y profesionalismo. Esa si es la cara de la gastronomía venezolana que todos queremos ver.

*expendio ambulatorio de comida

31 de octubre de 2010

Comiendo más que Lima nueva

Si recién se ha enterado que debe viajar a la ciudad de Lima para atender asuntos de trabajo o, mejor aún; si finalmente decidió conocer el santuario de Machu Picchu y en su itinerario incluyó unos días por la capital peruana, seguramente recordó haber leído sobre el liderazgo que la gastronomía de éste país sureño ha logrado frente a sus hermanas de Latinoamérica, y luego de tener boleto y hotel reservados, se dispuso frente a su computador y buscó en Google algo así como “los 10 mejores restaurantes de Lima”.

Tan pronto como su conexión a la red global se lo permitió, comenzaron aparecer nombres de restaurantes tales como Malabar, Astrid & Gastón, Central, La Rosa Náutica, Osaka y La Gloria, entre muchos otros. Y es cierto; ha dado con muy buenos restaurantes de cocina peruana, vanguardistas, gourmet, fusión peruana y de cocina internacional.

Pero luego de haber pasado más de mes y medio por los fogones de Bravo Restobar y de haber compartido con un extraordinario grupo de jóvenes cocineros peruanos, tanto en la cocina como en otros restaurantes y “huariques” limeños, les voy a contar mis experiencias sobre lo mejor de lo que pude degustar y disfrutar en algunos locales de la ciudad. Si usted o algún conocido va por pocos días a Lima, espero entonces le sea de utilidad!

La gastronomía peruana es mucho más variada que su abanderado cebiche, el chupe de camarones o la causa limeña. Es una cocina versátil, de mestizajes, con multiplicidad de productos que resultan de la diversidad de climas que posee el territorio peruano. Más de 3,000 tipos de papas y 900 clases de ajíes así lo confirman, además de los distintos peces y frutos del mar provenientes tanto de las costas del pacífico como del río Amazonas. Y es ésta versatilidad de productos y sabores que, junto a elementos de otros fogones, han dado origen a lo que hoy en día se ha convertido en uno de los mayores atractivos turísticos del hermano país: su gastronomía.

Comienzo mis recomendaciones con un local muy modesto, de tradición, llamado El Rinconcito Arequipeño. Ofrece comida típica de la región de Arequipa; en lo personal, una de las mejores cocinas del país. De entrada le sugiero comience con un “rocoto relleno”. El rocoto, en su estado natural, es un ají bastante picante, pero es blanqueado antes de cocinarlo para eliminarle gran parte de su picor. Como fondo (principal), continúe con un “chupe de camarones”. El chupe, como se come en Arequipa, contiene arroz, papa, choclo, huevo y una extraordinaria hierba, muy aromática, que sólo he conocido en el Perú, llamada “huacatay”. Los platos se ofrecen sin muchas pretensiones pero con el auténtico sabor arequipeño. Con suerte, durante su almuerzo o cena, acompañarán sus platos una pareja de músicos que interpretarán algunos valses peruanos.

Otro restaurante, bastante sencillo, donde comí delicioso, es La Paisana. Los peruanos comen el cebiche en horas del mediodía y comienzos de la tarde, por tradición. Así que, para continuarla, le recomiendo ir en horas de almuerzo y comenzar con un “cebiche clásico”; un combinado de cebiche de pesca blanca con cebiche de conchas negras. De fondo, continúe con un “seco de cabrito”, un “mero sudado” o un “mero a lo macho”, lo que más le provoque! Si va acompañado, pida dos de estas opciones y comparta; los platos son generosos.

Y no puede dejar de degustar un buen “ají de gallina”. El Señorío de Sulco ofrece uno de los mejores ajíes de gallina que pude probar, en un ambiente un poco más elegante, decorado y señorial. Le recomiendo además reservar una mesa con vista al malecón para que disfrute aún más su velada. De entrada, le recomiendo un “pulpo a la parrilla” que es cocinado con salsa anticuchera.

En muchas “carretillas” alrededor de la ciudad se ofrecen los “anticuchos”; unas brochetas, originalmente de corazón de res, en salsa anticuchera, cocidas a la parrilla. Dicho por muchos, incluyendo al gran Gastón Acurio, los mejores son los de la tía Grimanesa. Pero como va sólo por pocos días, no le sugiero que vaya a su carretilla ya que se forman colas de más de una hora para ver si, con suerte, puede ser atendido. Unos buenos anticuchos de corazón de res y de muchas otras carnes los podrá disfrutar en Tio Mario, ubicado en la zona de Barranco. Recorra este pintoresco barrio limeño, cruce el pequeño puente de los suspiros, admire las tiendas y bares, disfrute los anticuchos en Tio Mario y luego no deje de probar un buen "pisco sour de maracuyá" en el mejor bar lounge que conocí en Lima: Ayahuasca Bar. Una antigua casa de dos pisos que conserva su arquitectura original. Admire su decoración y muebles. Si el piso inferior está cerrado por privado, solicite lo dejen recorrer sus salones, se sorprenderá.

El "lomo saltado" en un plato emblemático de la gastronomía peruana y una buen ejemplo de la fusión de los productos de un país con elementos de otros fogones. El mejor lomo saltado lo disfruté en Bravo Restobar, y no por haber trabajado en su cocina. Los chicos cuidan la técnica del wok, su temperatura y tiempos de cocción. No en vano fueron galardonados como el mejor lomo saltado del 2007. Comience su velada con una “causa roll”; una deliciosa versión de la causa limeña fusionada al estilo del roll nipón donde la causa sustituye al arroz. Y si va acompañado, no deje de lado un tiradito mixto de ají amarillo y ají rocoto.

Una cebichería con la cual me cuesta ser objetivo es "cebichería la mar", del gran Gastón Acurio; un restaurante ubicado en la Av. La Mar de Miraflores, de muy buen ambiente que, como buena cebichería, sólo abre hasta las 5pm. No haga cola para esperar una mesa disponible. Pase directamente a la barra, ubíquese cerca de los chicos que preparan los cebiches y las causas y pida la “degustación de cebiches” y la “causa mixta”. Acompañe sus platos con un “tombito”; un trago hecho a base de un fruto llamado “tumbo”, o un “la mar sour”; un pisco sour de una deliciosa fruta de la sierra llamada "aguaymanto". Disfrute mientras el ambiente es animado con música de nuestra latinomérica.  

En esa misma avenida, podrá encontrar otras muy buenas cebicherías. Una, de muy buen ambiente, buenos cebiches y tiraditos es Pescados Capitales. Allí disfruté de un buen cebiche donde predomina el ají amarillo llamado “cebiche capital 3 x 3”. Otro, muy concurrido, es El Mercado, del reconocido chef Rafael Osterling, con muchas ofertas de pescados y mariscos para almorzar.

Un restaurante que me dejó el amargo sabor que producen las ganas de conocer y no haber podido ir es el Chez Wong, de Javier Wong; uno de los chef más reconocidos del Perú. No es fácil llegar y menos conseguir puesto en una de las escasas mesas. Son pocos los que conocen este restaurante, pero siempre se mantiene lleno. El cebiche es la entrada indiscutible en la casa de Javier. Se prepara al momento comenzando por filetear un fresquísimo lenguado. De fondo, no hay muchas opciones; los comensales reciben sólo lo que el chef Wong decidió cocinar ese día en una casa pequeña, modesta, de pocas mesas y con precios de alta cocina.

Si quiere disfrutar de un restaurante gourmet, cualquiera de los mencionados al inicio puede ser buena opción. Yo conocí Malabar, del reconocido chef peruano Pedro Miguel Schiaffino quien ofrece un menú donde los protagonistas son productos amazónicos. La Rosa Náutica es un restaurante mucho más turístico, pero con una ubicación sobre el mar realmente sorprendente y hermosa. Osaka, es un restaurante de comida fusión peruano-japonesa. La Gloria, galardonado en los últimos años como mejor restaurante de Lima, ofrece una cocina fusión mediterránea. Central es tal vez el restaurante más sofisticado del momento. Su chef, Virgilio Martínez, lo define como una “cocina orgánica” que defiende el producto peruano. Y la lista es interminable; las opciones son múltiples.

Fueron muchos los locales que pude conocer; sólo nombro algunos de ellos, los que me dejaron los mejores recuerdos en el paladar y el corazón. Espero le sirva de guía para su próximo viaje a Lima y lo disfrute tanto como lo hice yo… o más! Y si llega a descubrir otro lugar que supere sus espectativas, no olvide escribirme luego para que me cuente su experiencia.

Buen provecho!

3 de octubre de 2010

Con cuchillo bien afilado!

Para las clases de “Comunicación Gastronómica” que dicta el profesor Merlín Gessen en el Instituto Culinario de Caracas, debíamos llevar una nota de prensa o artículo de actualidad relacionado con el mundo de la gastronomía. La idea era que cada participante hiciera una breve reseña sobre el artículo o noticia y así, en cada clase, todos ganábamos con nueva información del mundo culinario.

Restaurante Casabe; Choroní, Edo. Aragua, Venezuela
Venía de pasar un estupendo fin de semana en Choroní y, como acostumbraba, había cenado en el extinto restaurante “Casabe” ubicado en una de las casas más hermosas y mágicas que pueda tener Puerto Colombia. Además de pasar una deliciosa velada en grata compañía, iba con el propósito de entrevistar a Diego Texeira quien era dueño del restaurante y esposo de la chef ejecutiva pero, al momento, Diego se encontraba en Ciudad de México abriendo un nuevo restaurante y además se había separado de su esposa. Igualmente aproveché la oportunidad y compartí una buena charla con el sous chef a quien entrevisté para mi clase de Comunicación.

Río Choroní; Edo. Aragua, Venezuela
Llega el martes siguiente, 8:00am, y mis compañeros comenzaron a relatar las noticias gastronómicas que habían encontrado. Yo, por el contrario, comenté que en esa oportunidad no había llevado una nota de prensa y expliqué la idea de entrevistar al dueño del restaurante Casabe. Hablé sobre la formación y experiencia culinaria del sous chef, describí brevemente el restaurante y además apoyé mi reseña con fotografías que tomé a la casa y al río que cruza y que acompaña con su melodía el menú que cada sábado en Casabe creaban para sus comensales.

Al finalizar mi breve intervención, Merlín me increpa preguntando “y cuando abres tu blog?” a lo cual sólo pude soltar una sonrisa. Insistió Merlín diciéndome “de verdad, deberías abrir un blog y compartir las cosas que vas conociendo y aprendiendo”, y me quedé pensativo expresándolo con un mudo silencio…

Antes de emprender mi extraordinaria experiencia culinaria, en mi vida habían sucedido cientos de acontecimientos, buenos y malos, que habría querido expresar, contar, compartir, descargar y los que me han sucedido posteriormente y me siguen sucediendo no son menos interesantes.

Quay Restaurant; Sydney, Australia
A finales del año 2.009 compartí unos días con mi adorada amiga Verónica Wilthew quien me invitó a cenar a “Eleven Madison Park” en Manhatan, restaurante que se destaca no sólo por su alta gastronomía sino además por ofrecer una atención impecable en todos los sentidos. Meses después Eleven quedó como el restaurante número 50 en la lista de los mejores restaurantes del mundo de la guía San Pellegrino. Durante abril y mayo de 2.010 viajé a Australia para visitar a mi querida hermana Cefe quien vive en la ciudad de Brisbane desde hace más de 15 años y tuve la dicha de conocer algunas ciudades, su gastronomía, desarrollo y cultura. Caminando un día por el Fish Market de Sydney, me decía “esto lo tiene que ver mi gente…”. Otra noche tuve la oportunidad de cenar en “Quay”, un restaurante que pocos días después quedó en el puesto 27 de la misma lista. No sé si era la imponente vista que tenía esa noche desde mi mesa, con el majestuoso Opera House literalmente al frente de mi y el Harbor Bridge a mi costado, la presentación de los platos, o era el eco de las palabras de Merlín que no me dejaban cenar con tranquilidad. Estar literalmente del otro lado del mundo viviendo con placer y asombro las maravillas de un país tan lejano para muchos de nosotros y no poder compartirlas de algún modo con ustedes era realmente frustrante. Aquellas palabras que en una clase me dijo Merlín retumbaban nuevamente dentro de mi cabeza… “y cuando abres tu blog?”. Y ahora en Lima me he encontrado con "cebichería la mar", un restaurante donde el gran Gastón Acurio ha plasmado con simplicidad y buen gusto lo más parecido a lo que algún día quisiera montar...

Y así nace este blog… Nace estando poco más de un mes en Lima cocinando en Bravo Restobar y visitando carretillas, "huariques" y restaurantes de comida peruana. Nace entre un “cebiche” y un “seco de cabrito”, entre un “sudado de mero” y un “ají de gallina”, de los recuerdos del Fish Market, de “Eleven Madison Park”, de “Quay”, de “la mar”, de “La Paisana” y de cientos de maravillosos lugares en donde he tenido la ocasión de estar, degustar y disfrutar. Nace de mis historias y vivencias no contadas… Nace para ponerle fin a mi tortura y con el mejor deseo de compartir con ustedes mis experiencias.

No pretendo pasar por gastrónomo, chef, sommelier, analista político y mucho menos por historiador; sólo soy un transeunte que va caminando por el mundo comiendo, probando, catando, cocinando, observando y que a través de este blog espero poder expresar lo que siento, pienso y opino. Comenzaré escribiendo cada 15 días, principalmente sobre temas relacionados con el fascinante mundo de la gastronomía, desde mi óptica. En la mayoría de los casos acompañaré mis escritos con alguna fotografía; otra de mis pasiones. Puede que alguna vez se crucen el Díaz con el Hernández y se me escape alguna opinión política o social y que en otro momento les cuente alguna de mis vivencias. Eso si, escriba lo que escriba, siempre lo haré con el cuchillo bien afilado!

Mi próxima reseña: Comiendo más que “Lima” nueva! Una visión personal de la gastronomía peruana y mis recomendaciones para los viajeros que vengan por pocos días a la ciudad de Lima con los nombres de los mejores lugares y platos que tuve la oportunidad de degustar.

Gracias a todos ustedes, porque por ustedes cocino, sueño y cuento!